EL ESCUADRÓN X: UNA BREVE HISTORIA
Los orígenes del “High Altitude Warfare – Experimental Squadron” (o H.A.W.X) se remontan a 1943. En plena Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos iniciaron un programa para obtener, analizar y aplicar ingeniería inversa sobre aviones enemigos. Alojado en las cercanías del aeródromo Wright (en la actualidad base Wright-Patterson de las fuerzas aéreas), trabajaba en colaboración con la OSS y la R.A.F. británica. Su nombre en clave era proyecto FALCO (siglas de "Foreign Aircraft and Logistics Capture Operations", es decir "operaciones de captura de logística y aparatos enemigos").
FALCO realizó operaciones encubiertas en los teatros de operaciones más importantes de la guerra. Sus equipos estaban formados por agrupaciones independientes de ingenieros, lingüistas, desertores enemigos... y, como es lógico, algunos de los más habilidosos, curtidos y heterodoxos pilotos Aliados. Conforme avanzaba el conflicto, el Alto mando Aliado utilizó cada vez con más frecuencia sus habilidades para infiltrar agentes secretos y grupos de comandos tras las líneas enemigas, así como en otras misiones aéreas del máximo secreto.
A medida que la guerra se acercaba a su conclusión, los equipos de FALCO empezaron a concentrarse en la obtención de tecnologías enemigas concretas. Las fuerzas Aliadas capturaron numerosos científicos, pilotos e ingenieros del Eje, así como gran cantidad de aparatos enemigos.
En 1950, con la excusa de que la aviación del Eje ya no tenía más secretos que ofrecer, FALCO fue supuestamente "clausurado" por el departamento de Defensa de los Estados Unidos.
La realidad era otra. Ante la constatación de que la aviación de guerra se encaminaba a un escenario de enfrentamientos supersónicos a gran altitud con bombarderos nucleares e interceptores armados con misiles, el personal, los proyectos y las instalaciones de FALCO pasaron a convertirse en el grupo H.A.W. ("High Altitude Warfare", o "guerra a gran altitud").
Incluido en el organigrama del Mando aéreo táctico (el posterior Mando de combate aéreo), este grupo secreto empezó a trabajar bajo el nombre de 24º Escuadrón de evaluaciones y pruebas. En un esfuerzo por ocultar más aún los aspectos operativos de la unidad, se la rebautizó oficialmente como "High Altitude Warfare – Experimental Squadron" ("escuadrón experimental de guerra a gran altitud"), o H.A.W.-X (en el ejército de los Estados Unidos, la "X" designa "experimental"). Con el paso del tiempo, la abreviatura quedó reducida a H.A.W.X.
Los pilotos de caza de este escuadrón de élite se reclutan entre los más experimentados y hábiles veteranos de la USAF, la USN y el USMC. Estos pilotos, de una destreza y entrenamiento sin igual, se familiarizan con los aviones y los sistemas de armamento enemigos durante la fase de pruebas, contribuyen al perfeccionamiento de los nuevos diseños militares y son los primeros en utilizarlos en caso necesario. Capaces de pilotar con garantías cualquier avión de cualquier rama de las fuerzas armadas de los Estados Unidos (además de muchos aparatos extranjeros), son la auténtica flor y nata de la aviación de combate mundial.
Enclavada en la base Langley de las fuerzas aéreas (Virginia del Sur) y con instalaciones especializadas en la costa oeste (base Nellis de las fuerzas aéreas, Las Vegas), el escuadrón H.A.W.X tiene tres objetivos principales:
Probar y evaluar los aparatos y los sistemas de armamento más modernos, experimentales y secretos de los Estados Unidos y sus aliados, incluidos los sistemas de vuelo a gran altitud, tanto pilotados como no pilotados (UAV).
Participar en misiones de combate o de reconocimiento en función de las necesidades de la defensa nacional. Por lo general, las operaciones de H.A.W.X son de naturaleza clandestina y su historial operativo es un secreto celosamente guardado. El escuadrón H.A.W.X, gracias a su capacidad de pilotar la práctica totalidad de los aviones militares del mundo y de su acceso a los aviones y las armas más potentes, proporciona a los Estados Unidos una clara ventaja en cualquier confrontación aérea.
Cuando lo dicten así las necesidades militares (lo que ocurre con menos frecuencia que los dos objetivos anteriores), instruir a los pilotos de los Estados Unidos y sus aliados y participar en la captura y evaluación de tecnologías relacionadas con la aviación de países enemigos o no aliados.
En los últimos tiempos, con los cambios en la escena internacional generados por el auge de los contratistas militares privados, los servicios del escuadrón H.A.W.X son más necesarios que nunca.